Con esta adquisición, Bonfiglioli S.p.A. verticalizará aún más su producción tanto en Italia como en China, expandiendo su mercado de aplicaciones robóticas gracias al desarrollo de unidades de engranajes de altísima precisión y eficiencia.
Una sinergia perfecta entre el saber hacer de Sampingranaggi y las estrategias de diseño y producción del Grupo Bonfiglioli
Esta adquisición tiene un significado especial para nosotros: fue la primera empresa donde, en 1948, Clementino Bonfiglioli, nuestro fundador, ejerció y aprendió la profesión.
Nuestra presidenta, Sonia Bonfiglioli, comentó: “Me gusta pensar que, si Sampingranaggi no hubiera estado ya allí en la posguerra, hoy Bonfiglioli no existiría. [...] Entonces, más allá de este reencuentro “sentimental”, que me hace muy feliz, y la completa complementariedad de los productos Sampingranaggi y Bonfiglioli, mi primer pensamiento, sin embargo, va para las mujeres y hombres de esta empresa que ahora se convierten en una parte importante de Bonfiglioli.
Muchas veces podríamos haber comprado maquinaria para producir engranajes cónicos (que son el corazón de las cajas de engranajes), pero sin la mano humana, las máquinas son simplemente átomos estacionarios. Sus habilidades, conocimientos y experiencia son la gran herencia de Sampingranaggi, y hoy forman parte de la gran familia Bonfiglioli. Les doy la más cordial bienvenida”.
“Para Bonfiglioli, SAMP representa una gran oportunidad en muchos aspectos”, subrayó Fausto Carboni, CEO del Grupo Bonfiglioli. “Desde un punto de vista industrial, nos ofrece la posibilidad de integrar algunas producciones de componentes estratégicos, incluidos los engranajes cónicos, mientras que en términos de desarrollo empresarial nos permite entrar en el mercado de las cajas robóticas, donde hay un amplio margen de crecimiento en el futuro, tanto en Italia y en China a través de su empresa local, que es parte de la adquisición".
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